martes, 18 de agosto de 2009

9.58

Es muy probable que ni siquiera hayas parpadeado al ver el video o si lo hiciste, hayan sido 1 o 2 veces pero ni siquiera lo notaste. El ojo comienza a sufrir una desecación a partir de unos 10 o 12 segundos.
Quizá en menos de 9 segundos con 58 centésimas escriba dos líneas de este párrafo y es muy probable que se me escape algún dedazo; al llegar al trabajo y prendes la computadora, ésta se tarda más de 9 segundos con 58 centésimas para entrar al sistema operativo y si vas a hacer pipí en una cantina, en lo que terminas de orinar, este tipo, Usain Bolt, ya habrá corrido más de 200 metros planos.
Hasta ahora es, por supuesto, la carrera más rápida de la historia; pues tomemos en cuenta el segundo lugar de Tyson Gay (9.71) y la medalla de bronce de Asafa Powell (9.84) que están muy por debajo de los legendarios Jesse Owens y Carl Lewis "El hijo del viento", el cual también años despúes de su retiro, le hallaron sustancias prohibidas que antes del 2000 no eran prohibidas y ahora sí lo son pero a él no le retiraron sus marcas ni sus medalllas, gringo al fin y al cabo; Ben Johnson en Seúl 88 bajo la influencia de esteroides no corrio con la misma suerte (con todo el peso que esta frase conlleva). Este tema siempre estará presente en el atletismo y el deporte mundial, esperemos que en Bolt no sea el caso y es muy probable que sea así, tomando en cuenta el pueblo al que representa (Jamaica), un país modesto que no gasta mucho de presupuesto en deporte si lo comparamos con México, el cual sólo lleva una triste medalla de bronce en este mundial de atletismo. Jamaica es el claro ejemplo de que a través del trabajo de años en una buena base en sus atletas y entrenadores; poco a poco ha hecho una reestructuración importante en su deporte, en este caso en el atletismo.
Qué acaso Usain Bolt con su 9.58 no acaba de inaugurar la nueva carrera para bajar de los 9 segundos en la competencia de los 100 mts. planos. Llegará el momento en que los nuevos records mundiales ahora serán por milésimas de segundo, millonésimas de segundo o a menos de que se rompa la barrera de esos 9 segundos, el sólo pensarlo emociona. De seguro este joven jamaiquino de sólo 22 años seguirá reduciendo el cronómetro en su impresionante carrera por batir su propio record, pues más que competir contra él mismo, es una competencia contra el tiempo y, de seguro lo veremos llegar a la meta sin tensión, relajado, haciendo su show y gesticulando ante las cámaras.

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